martes, 25 de septiembre de 2012
miércoles, 19 de septiembre de 2012
miércoles, 12 de septiembre de 2012
viernes, 7 de septiembre de 2012
jueves, 6 de septiembre de 2012
miércoles, 5 de septiembre de 2012
5 de Septeimbre: recordamos a la Beata Madre Teresa de Calcuta
Oración para la Canonización de la Beata Teresa de Calcuta
Jesús, tu hiciste de BEATA Teresa un ejemplo inspirador de fe firme y
de ardiente caridad, un testigo extraordinario del camino de la infancia
espiritual, y una gran y estimada maestra del valor y dignidad de toda vida humana.
Concédenos que ella sea venerada e imitada como uno de los santos
canonizados de la Iglesia. Escucha las súplicas de todos aquellos que
buscan su intercesión, especialmente la petición que en este momento
imploro... (mencione aquí el favor que pide en esta oración).
Haz que sigamos su ejemplo atendiendo a tu grito de sed desde la cruz y te amemos con alegría en la apariencia dolorosa de los más pobres entre los pobres, especialmente en los menos amados y aceptados.
Te lo pedimos esto por intercesión de María,tu Madre y Madre nuestra.
AménHaz que sigamos su ejemplo atendiendo a tu grito de sed desde la cruz y te amemos con alegría en la apariencia dolorosa de los más pobres entre los pobres, especialmente en los menos amados y aceptados.
Te lo pedimos esto por intercesión de María,tu Madre y Madre nuestra.
lunes, 3 de septiembre de 2012
Septiembre: Mes de la Biblia
Al mes de Septiembre se lo considera el Mes de
la Biblia en recuerdo de San Jerónimo su primer traductor en lengua
popular. La Biblia no es un libro que conserva un tesoro del pasado,
sino que en él se nos comunica la Palabra de un Dios vivo que, en Jesucristo su Hijo, se nos dio a conocer plenamente. En este
hecho, es decir, en el testimonio de Jesucristo, se apoya la fe
cristiana.
Esto significa pasar de la idea de un Dios como principio espiritual a la realidad de un Dios que nos habla; por ello su Palabra se convierte en la fuente que ilumina, orienta y alimenta nuestra vida. Por la fe escuchamos y conocemos este camino de Dios. La Biblia es el libro que contiene, precisamente, la historia de este camino de Dios hacia a nosotros. Podemos decir que ella es el testimonio de que Dios no abandona al hombre.
Para el hombre es un derecho recibir la Palabra de Dios, porque ella ha sido dicha para él. Para la Iglesia, en cambio, predicar esta Palabra, además de ser un gozo, es su primer deber. Pablo VI decía que: “Evangelizar constituye la dicha y la vocación de la Iglesia, su identidad más profunda” (E.N. 4); haciéndose eco de aquella exclamación de san Pablo: “¡Ay de mí si no predicara el Evangelio!” (1 Cor. 9, 16). Esta Palabra no ha sido dicha para un tiempo sino para siempre, pero fue dicha en un lenguaje y en una época determinada.
Esto significa pasar de la idea de un Dios como principio espiritual a la realidad de un Dios que nos habla; por ello su Palabra se convierte en la fuente que ilumina, orienta y alimenta nuestra vida. Por la fe escuchamos y conocemos este camino de Dios. La Biblia es el libro que contiene, precisamente, la historia de este camino de Dios hacia a nosotros. Podemos decir que ella es el testimonio de que Dios no abandona al hombre.
Para el hombre es un derecho recibir la Palabra de Dios, porque ella ha sido dicha para él. Para la Iglesia, en cambio, predicar esta Palabra, además de ser un gozo, es su primer deber. Pablo VI decía que: “Evangelizar constituye la dicha y la vocación de la Iglesia, su identidad más profunda” (E.N. 4); haciéndose eco de aquella exclamación de san Pablo: “¡Ay de mí si no predicara el Evangelio!” (1 Cor. 9, 16). Esta Palabra no ha sido dicha para un tiempo sino para siempre, pero fue dicha en un lenguaje y en una época determinada.
Es una Palabra dirigida al hombre para iluminar y sanar su condición humana y espiritual. Es exigente porque parte del amor y busca nuestro bien. Es una Palabra que da sentido a nuestra vida en cuanto nos descubre como criaturas, pero con una vocación trascendente, es decir, somos parte de la creación pero no algo más en ella, sino alguien con una vocación única y personal. Esta relación con Dios nos aísla del mundo sino que nos hace responsables de su cuidado y partícipe de su señorío. Ella define esa triple relación que marca nuestra verdad de seres creados: con Dios, con el hombre y con el mundo.
Frente a Dios nos enseña una relación filial que se vive en la confianza y se expresa en la oración. Frente al hombre nos descubre como hermanos en una relación de amor y solidaridad. Frente al mundo nos habla de una presencia responsable que se expresa en el cuidado de la naturaleza. Cuando Dios ocupa el lugar que corresponde, la fraternidad es posible y el mundo es la casa de todos. Esta Palabra de Dios, en Jesucristo, no es sólo una doctrina que nos enseña sino una gracia que nos eleva y capacita para vivir nuestra verdad de hombres e hijos de Dios.
¡Qué bueno que durante este mes de la Biblia nos hagamos amigos de la Palabra de Dios! Ella nos pertenece. Reciban de su Obispo junto a mi afecto y oraciones, mi bendición en el Señor Jesús y María Nuestra Madre de Guadalupe.
Mons. José María Arancedo
Arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz
Presidente de la Conferencia Episcopal Argentina
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